¡¡¡Bienvenido Daniel de Albeitar!!!

Caruso ya tiene un compañero, cuando llegó a casa y abrimos el traspontín a la vista de un montón de niños a los que convencimos de que guardaran absoluto silencio, sus inmensos ojos naranja solo eran comparables con la mirada de  emoción y  asombro de los más peques.

Me vino a la memoria el  hijo de Salvador “el quesero”, que respondía incansable todas las preguntas que le hacía su  Daniel, al que todos llamaban “el mochuelo”, ya que desde pequeño lo miraba todo con mucha atención y ojos de asustado. Sí, es “El camino” de D. Miguel Delibes, quién  como pocos ha sabido trasmitir la vida rural, con la naturalidad que se percibían desde siempre las cosas de la vida y también de la muerte.

No es un Mochuelo, es un Autillo Cariblanco africano: “Ptilopsis leucotis”. Después de comer y  sentirse bien recibido, cambio de aspecto  totalmente, los autillos son los reyes del camuflaje, ya no creía necesario intimidarnos, sus inmensos ojos anaranjados se tornaron pequeños azabaches y su alborotado plumaje críptico se desinfló, replegó las falsas orejas y se hizo pequeñito…parecía otro… y recordé un dicho familiar, cuando queríamos cambiarnos de modelito, nuestra abuela nos decía…pareces a “Fregule”…Leopoldo Fregoli, actor, transformista, ventrílocuo y tenor  italiano, del siglo antepasado  era capaz de cambiar de aspecto a una velocidad de vértigo, mi abuela lo había visto actuar en Gijón. De los dos nombres, entre todos hemos decidido que se  llamará Daniel. Y Jorge, el papá de Nico y Leire nos hizo este maravilloso retrato.

¡¡¡ Bienvenido Daniel de Albeitar!!!